¡Llegó la factura de la luz!
Por equipo del Observatorio UNR (*)
Probablemente, aquellas personas ya hayan recibido la factura de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), correspondiente al tercer bimestre del año, hayan notado un nuevo aumento en el costo de la energía eléctrica que distribuye la empresa estatal santafesina.
¿Por qué otro aumento? Bueno, esencialmente porque ya estaba pautado: a fines de enero del corriente año, el gobierno nacional anunció un aumento del 37% en la etapa de generación, a ejecutarse en dos tramos, lo que significó una incidencia en la factura final de aproximadamente el 6% en cada tramo; coherente al plan de reducción general de subsidios a la energía, que tantas idas y venidas registraron el año pasado, debido a la implementación de las rebajas sin previo cumplimiento de las audiencias públicas.
Pero eso no es todo. El estado nacional tiene injerencia directa en las etapas de producción y transporte de energía eléctrica. En nuestra provincia, la etapa de distribución corresponde a la empresa santafesina. Por tanto, a lo anterior deben adicionarse los tramos de ajuste autorizados por el gobierno provincial: un aumento del 15% en enero y un 19,1% para el mes de marzo. Lo cual sitúa a la factura provincial de la energía, cómo una de las más caras en relación al territorio nacional.
Sale subsidio, entra bolsillo. Siguen impuestos, baja el déficit.
Pero entonces, ¿por qué tengo que pagar más?
Uno de los pilares de la nueva gestión del Ministerio de Hacienda, es el cumplimiento del programa de metas fiscales, anunciado por el titular actual de la cartera, Nicolás Dujovne, el 22 de febrero del corriente año [link]. En el mismo, se estableció un objetivo de reducción progresiva del déficit primario, quedando establecidas pautas del 4,2% del PBI para el corriente año-, una meta de 3,2% para 2018 y otra de 2,2% para 2019.
Al respecto de esto último, el 27 de abril se exhibieron los resultados trimestrales de cumplimiento, mostrando que se logró un posicionamiento del 0,4% del déficit contra el 0,6% que se había planificado para los tres primeros meses del año. Básicamente, se sobrecumplió la meta parcial.
Ahora bien, si la actual gestión ha priorizado una reducción del déficit, ¿qué rubros se vieron afectados? El cuadro que se muestra a continuación, exhibe una desagregación del gasto corriente primario. Como se puede observar, el 60,81% del mismo se dedica al pago de Prestaciones Sociales, seguido por Gastos de Funcionamiento que cubre un 20,58%; en el cual, la mayoría se dedica al pago de sueldos.
En términos generales, los rubros mencionados han sido excluidos de potenciales recortes. Lo mismo aplica a la delicada situación que mantiene el poder central con las provincias. Todo lo cual redunda en que la disminución del gasto se ejerza sobre los denominados subsidios económicos.
Así, en el gráfico que se muestra a continuación, queda reflejada la aplicación de la política de recortes de subsidios. La disminución interanual entre el monto acumulado de febrero de 2015 al mismo mes de 2016, muestra una caída del 68,46% interanual para la totalidad del sector energético (incluidas no solo las transferencias corrientes, sino también las de capital a las empresas del sector).
¿Cómo se refleja lo anterior en mi factura? La respuesta es conocida. El ahorro que el estado nacional produce en materia de subsidios, con el objetivo declarado de disminuir el déficit fiscal, traslada el costo a las familias o a las empresas, manteniendo – aproximadamente y en términos generales- la misma presión fiscal.
Por supuesto, lo anterior implica un aumento en los costos totales de las empresas y una mayor presión en los presupuestos de las familias. Al respecto, el gráfico siguiente muestra una simulación de distintos consumos fijos bimensuales, para un plan de consumo residencial categoría 1201.
Como se puede observar, desde el último bimestre de 2014, al segundo bimestre del corriente año, se ha registrado un piso de aumento de un 400% para este tipo de consumo residencial; sobre el cual restan realizar nuevas re-composiciones hasta el año 2019. Lo anterior, va a seguir impactando sobre todo en los hogares y PyMEs, dado que a las grandes empresas durante el 2016 ya se les ha trasladado el león del costo.
Pero caballero, usted no contesta la pregunta
Es cierto, hasta ahora el argumento ha mostrado cuales son las pautas generales por el cual se realizan dichos ajustes, pero no cuales son los problemas específicos del sector energético. Es más, una lectura liviana de éste artículo podría sugerir que la reducción de subsidios a la energía ocurre por una suerte de descarte de otros sectores. Lo cual, es por completo errado.
En ese sentido, desde el Observatorio detectamos que falta información que pueda dar una visión de conjunto. En el informe que se adjunta en esta nota, se presenta una explicación del funcionamiento del mercado eléctrico, y de las fallas que se vienen registrando en el mercado mayorista con respecto a la formación de los precios.
También se detallan los problemas que han ido surgiendo con respecto a la oferta: su evolución, las distintas fuentes de generación de energía y los costos asociados que han derivado en problemas de inversión en el sector, y en el uso de fuentes más contaminantes que las actualmente disponibles. Finalmente, se muestra la evolución de la demanda a nivel país, junto a algunos concejos para disminuir su consumo.
Con los datos que provee el informe, esperamos que el público pueda disponer de una explicación simple, pero a la vez comprensiva del fenómeno, que no quede sujeta únicamente a cuestiones coyunturales. Esperamos la lectura sea de su agrado, y que nos hagan llegar sus comentarios en nuestras redes sociales. ¡Que lo disfruten!
(*) Integrantes:
Germán Tessmer, Luciano Jara Musuruana y Patricio Almeida Gentile