A fines de junio, ¿cuales son los resultados de la esterilización?
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Informe Mensual de Política Monetaria | Junio 2015
Por Germán Tessmer
@Gerkandar.
La base monetaria del Central se compone de dos factores, el dinero en circulación y las reservas que los bancos mantienen en la entidad. Por lo general, los bancos rara vez tienen incentivos en mantener inmovilizados fondos propios, de manera que es de esperarse que no haya gran diferencia entre el monto que la ley obliga (lo que comúnmente se denomina anclaje).
Observemos entonces que viene pasando con este agregado. En lo que va del año, el crecimiento de la base monetaria registra un aumento anual promedio del 30,66%, ubicándose 10 puntos porcentuales por arriba del mismo promedio registrado el año pasado. Considerando únicamente el mes de junio, el monto asciende a $482.719M, el más alto de todo el año.
De hecho -y para ser equitativos con el argumento- durante todo el primer trimestre de 2015, la base monetaria siguió creciendo en términos interanuales, pero a un ritmo menor al de la inflación. Es más, se venía registrando un leve descenso mes a mes, que junto a la mayor colocación de deuda interna para el financiamiento del tesoro, dejaban abierta la duda a si se estaban registrando algún indicio de cambio de la política monetaria.
Con la información consolidada al mes de junio, es decir, sumando ya los resultados del segundo trimestre del año, la nueva interrogante que se nos plantea es si la autoridad monetaria ha abandonado la opción de esterilizar o, por el contrario, el stock que se sigue acumulando de LEBACs disminuye el margen para seguir ejecutando esta maniobra y el crecimiento de la base monetaria es solo el resultado de cierto agotamiento en el uso de este instrumento.
En efecto, la duda es válida porque tras el freno puesto en el mes de abril a la colocación de letras, cuando el Central retiró del mercado un valor de $15.255M por este concepto; en los meses posteriores el stock de dichos instrumentos ha vuelto a ampliarse, alcanzando el nivel de $370.347M, de los cuales $21.071M correspondieron exclusivamente a las colocaciones efectuadas en junio. Es decir: más base monetaria, pero también mayor cantidad de letras en el mercado.
Algo que si puede afirmarse con certeza, atañe a la estructura de los plazos de vencimiento de este tipo de colocaciones. En la subasta que se realiza los martes de cada semana, el 26 de mayo pasado, la autoridad monetaria redujo a un quinto el tope máximo de aquellos instrumentos con vencimientos a 90 y a 120 días. De esta forma, desde el central se direcciona la cartera de inversiones de los bancos hacia horizontes de más largo plazo (las LEBACs de mayor plazo son a 180 o 270 días) con tasas de interés nominales que se empiezan a ubicar cerca del 30% (abril es el último mes declarado y registra una tasa nominal del 29,72% a 12 meses).
Todo lo cual, nos lleva a preguntar que pasa del lado del activo. Específicamente, a fines de junio, ¿cómo vienen evolucionando las reservas? Sobre el andamiaje de la ejecución de los distintos tramos del swap chino, activado originalmente el 30 de octubre de 2014, la obtención de divisas por la colocación de obligaciones negociables de YPF el 28 de abril pasado, y la colocación en los mercados financieros externos del BONAR 24, las reservas han podido mantenerse en un nivel relativamente estable a lo largo del primer semestre el año. Al finalizar el mes de junio se han declarado reservas por un monto de u$s 33.851M, cifra que representa un 64% de la base monetaria.
Sin embargo, no puede dejar de acotarse que este número tiene sus complicaciones. Una parte del stock corresponde a deuda inmediatamente exigible, inmovilizada a causa del lamentable fallo y posterior bloqueo del juez Griesa. También es cierto que el pago a los importadores viene demorándose y, en general, se liberan con mayor facilidad pagos para actividades que involucran temas prioritarios, como por ejemplo energía. Y por supuesto, ya a fines de mayo se había empezado a prever una ampliación del swap con China. Todo lo cual, no vaticina bajo ningún punto de vista las dos posiciones extremas que se esgrimen en los medios de comunicación: ni es inevitable una catástrofe, pero tampoco es un escenario enteramente optimista, que no requiera implementar medidas activas, como reprogramaciones o canjes de deuda.
Por lo pronto, en lo que resta del año las obligaciones por pagos de capital e intereses de deuda alcanzan los u$s 22.027M, de los cuales un 32% se encuentra denominado en moneda extranjera (es decir u$s 7.074M). La mayoría concentrada en el pago de los BODEN 2015, que se cancelan el 4 de octubre. Así, todo parece indicar que este tema va a ser el que domine los informes siguientes. Por el momento, los invitamos a descargar el informe consolidado del mes de junio.
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