Auge y crisis en la industria del biodiesel en Santa Fe
Por equipo del Observatorio UNR (*)
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La industria del biodiesel creció sensiblemente en los últimos años. En un primer momento lo hizo orientada a la exportación, aprovechando las ventajas naturales de Argentina como productor de soja. Tras la implementación del corte interno, aumentaron también las ventas al mercado local.
La regulación interna prioriza a las empresas Pymes para abastecer el mercado interno. Caso contrario, las empresas de mayor tamaño, se concentran en el mercado de exportación y actualmente tienen muy poca participación en las ventas locales. Las mismas se encuentran fuertemente concentradas en la provincia de Santa Fe. Por otro lado, las empresas con una producción de hasta 50.000 toneladas anuales se reparten el mercado local y prácticamente no realizan envíos al exterior. Las mismas gozan de un precio diferencial para vender al mercado interno.
Entre 2012 y 2013, la industria del biodiesel fue objeto de dos medidas sancionatorias por parte de la Unión Europea en general, y de España en Particular. A fines de abril de 2012, el gobierno español decidió comenzar a suspender la compra de biodiesel argentino, reemplazando a los antiguos proveedores por fabricantes europeos, hasta llegar al cierre definitivo del mercado en noviembre de 2013. Pero sin dudas el mayor golpe para la industria de biodiesel fue la implementación de un arancel antidumping directamente por parte de la UE.
Afortunadamente para la industria, la respuesta del gobierno nacional no se hizo esperar, y la producción de biodiesel fue beneficiada con un aumento del corte interno, exenciones impositivas y una reducción de los derechos de exportación. Así, hacia finales de 2014 la industria del biodiesel parecía completamente recuperada, superando con creces los niveles previos a la crisis.
Sin embargo, la recuperación duró poco. Hacia fines de 2014, el derrumbe de los precios de los combustibles desincentivó el uso del biodiesel para mezclar con gasoil. El resultado fue un colapso en las exportaciones de nuestro país, que desde entonces se mantienen en niveles mínimos. Durante el primer semestre de 2015, las ventas externas de biodiesel apenas alcanzaron las 236.550 toneladas, menos que la mitad que en el mismo período de 2014. No solo eso, sino que a su vez cuando las empresas locales lograron colocar sus productos en el exterior lo hicieron a un precio que en promedio fue aproximadamente un 25% inferior al que percibían hasta el año anterior.
Lamentablemente para la industria del biodiesel, todo parece indicar que el mundo se encamina a un escenario de combustibles baratos, al menos en los próximos dos años.
El consenso general es que la OMC dará un fallo favorable a la Argentina en lo que respecta a las acusaciones de dumping de la OMC. Sin embargo, el mismo entraría en vigencia recién hacia finales del año próximo. A su vez, la exportación a la UE presentará nuevos desafíos
En función del escenario aquí presentado, la industria del biodiesel enfrentará una fuerte caída en el año 2015, y se estima que permanezca estancada en niveles bajos en 2016.
El marco institucional, actualmente perjudica a la producción de la provincia de Santa Fe y favorece la instalación de fábricas de baja escala y menor eficiencia. Si bien, una mayor inclusión de las empresas de mayor escala en el mercado interno podría ocasionar inconvenientes en el negocio de las pymes, sería al menos deseable tomar medidas para evitar que una crisis de las fábricas de mayor tamaño que se conjugue con mayores inversiones en plantas de hasta 50 mil toneladas.
(*) Integrantes:
Germán Tessmer, Patricio Almeida Gentile, y Luciano Jara Musuruana
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