Inflación nuestra de cada día | Observatorio
ISSN 2683-8923
Pages Menu
TwitterFacebookGoogle+LinkedIn
Menú

Artículo

Agregado por el 15 15-03:00 julio 15-03:00 2022 en Destacados, Informes Especiales, Publicaciones | 0 comments

Inflación nuestra de cada día

Inflación nuestra de cada día

La inflación es uno de los tópicos al cual cada vez se le dedica un mayor análisis y comentarios en las noticias. Es un fenómeno económico sencillo de percibir, basta con observar los aumentos de precios en los bienes y servicios que compramos mes a mes. Sin embargo, su medición es compleja y la identificación de todas sus consecuencias, es aún mas complejo.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) comunicó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó en el mes de junio un 5,4%, lo que implica una variación acumulada en el 2022 del 36,2% (ene-jun) y ubica el nivel interanual en el 64%, la variación porcentual más alta de los últimos 30 años. Habitualmente se utiliza la variación de este índice para estimar la inflación de todos los precios, pero no es correcto hacerlo. El IPC mide las modificaciones en los precios de una canasta representativa de consumo cuya elección es relativamente arbitraria. Mientras que la inflación se produce cuando todos los precios de la economía suben y lo hacen de manera sostenida.

El informe que se presenta hace hincapié sobre los efectos que genera la inflación en la sociedad, focalizando en las experiencias de los procesos inflacionarios de la Argentina. ¿Por qué es importante analizar la inflación? En las economías modernas, los problemas económicos de qué, cómo y para quién producir, se resuelven mayormente en los mercados, donde los individuos utilizan la información que brindan los precios para tomar sus decisiones y, en consecuencia, asignar sus recursos. Por lo tanto, si los precios se modifican de manera constante, la información disponible es confusa y puede generar, entre otras cosas, ineficiencias en la asignación de los recursos disponibles.

A lo largo de su historia, Argentina se ha caracterizado por numerosos episodios inflacionarios e hiperinflacionarios. En el informe se recurre recortar la historia argentina en períodos que comparten algunas características comunes referidas al comportamiento de los precios, 1914-1944, 1945-1974, 1975-1991, 1992-2001 y 2002-2022.

Comentando los últimos dos períodos, se parte de la disminución de la inercia inflacionaria en los primeros meses de 1991, seguido por 104 meses con una tasa promedio menor al 2% interanual, lo que se conoce como deflación. Es decir, por más de 8 años se mantuvo una tasa históricamente baja. A partir de 2002 la inflación parece seguir una tendencia creciente, aunque conviven periodos de aumento de la inflación y periodos de disminución. A medida que pasan los años, se van registrando niveles cada vez más altos de aumento de precios, llegando al valor de 64% interanual actual.

Las consecuencias de la inflación son graves, principalmente económicas y soportadas en mayor medida por las personas de menores recursos. Sin embargo, las consecuencias de este mal no son solo económicas, sino también alcanzan a la moral y la psicología de los ciudadanos. La inflación funciona como un impuesto a los saldos de dinero existentes (los billetes en manos de las personas serían la base imponible de dicho impuesto), este impuesto no cuenta con la aprobación de los representantes del pueblo y de las provincias, ya que no ha sido puesto en consideración de los legisladores electos.

Los efectos que se analizan en el informe son:

  • Costos económicos: la pérdida de poder adquisitivo, que ocurre porque el costo real de los bienes y servicios aumenta, es decir, el ingreso de las familias alcanza cada vez para menos.
  • Inflación anticipada: las expectativas de inflación se reflejan en tasas de interés más elevadas, esto eleva el costo de oportunidad de mantener dinero, efectos «costo de suela de zapatos», «costo de menú» «Olivera-Tanzi».
  • Inflación no-anticipada: no se incluye en los contratos y, por lo tanto, en los contratos a plazo, siempre una parte pierde mientras otra gana. En general el acreedor pierde y el deudor gana.
  • Costos tanto en inflación anticipada como no anticipada: la competencia por mantener clientes, las empresas intentan trasladar lo menos posible el incremento de los costos generados por la inflación a los precios de sus productos, efecto «reduflación».
  • Costos macroeconómicos: La inflación fomenta el gasto actual y castiga al ahorrista, en episodios de alta y persistente inflación genera una disminución en la inversión (Formación Bruta de Capital) y redunda en menores tasas de crecimiento de la economía (Producto Bruto Interno).

Las consecuencias más profundas que pueden presentar los períodos inflacionarios, las llamadas “hiperinflaciones”, signadas en general por consecuencias de episodios bélicos o crisis externas. En el informe se presentan las situaciones hiperinflacionarias en Europa: U.R.S.S., Alemania, Hungría y algunos países luego de la caída del comunismo; y de Sudamérica: Bolivia, Perú, Brasil, Venezuela y el caso Ecuador.

En conclusión, la consecuencia más directa y económica de la inflación es la pérdida del poder adquisitivo del dinero que disponen las familias. Los ingresos de los individuos se deterioran en términos reales, es decir, cada vez alcanzan para menos. Pero además, la inflación afecta el comportamiento de las personas y hasta su psicología.

Los costos para la economía en su conjunto, desde una perspectiva macroeconómica, son aún más graves. En primer lugar, el ahorro global disminuye y se incrementa la incertidumbre sobre el futuro. Las políticas públicas pierden credibilidad y se debilita el sistema financiero. Todos estos efectos perjudican la inversión real y ésta es la fuente más importante de crecimiento de la productividad. Por lo tanto, la consecuencia negativa más importante de una inflación elevada y persistente en el tiempo es el estancamiento económico.

En segundo término, desde la perspectiva macroeconómica, los daños de una elevada inflación parecen caer en una mayor proporción sobre las personas de menores ingresos. Es decir, la inflación en parte generada por la emisión monetaria del Banco Central destinada a financiar los sucesivos déficits públicos, funciona como un impuesto no sancionado y regresivo.

Desde luego que los problemas que genera la inflación no son exclusivos de Argentina, existieron en la historia importantes sucesos hiperinflacionarios. Actualmente la inflación se encuentra en aumento en la mayoría de los países del mundo, sin embargo, el nivel inflacionario de Argentina se encuentra por encima de la media de países comparables. Si por ejemplo, se toma Latinoamérica, entre enero-junio, superan los dos dígitos interanual solamente Brasil (11,85), Argentina (36,2%) y Venezuela (53%).