Reproducimos el artículo de nuestra autoría sobre impacto en el mercado laboral argentino por medidas de aislamiento social, publicado el lunes 13 de abril en la sección debate en el diario Página 12. Por Germán Tessmer y Luciano Jara Musuruana Entender el impacto de la cuarentena en el mercado laboral, tendrá un grado de complejidad mayor al habitual. Es que la medida no solo impacta en la actividad económica, sino que también extiende sus efectos a los mecanismos de recolección de datos sobre los que se construye nuestra visión, y que han sido suspendidos temporalmente. Incluso si se relevara información, las decisiones que tomen los encuestados difícilmente presenten un buen indicador de la población que estadísticamente representan bajo una situación típica. Ante un hecho anómalo generalizado, el comportamiento de los agentes, inevitablemente rompe la lógica de regularidad sobre la que se construyen este tipo de encuestas. ¿Qué podemos afirmar? La primera cuestión a abordar, es el punto de partida macroeconómico previo a la cuarentena: bajo crecimiento, divisas genuinas insuficientes, inflación inercial, apreciación del tipo de cambio, déficit fiscal, alta presión fiscal, vencimientos de la deuda, y altas tasas de interés. En este escenario, difícilmente haya espacio para la concreción de decisiones de inversión nuevas, salvo en sectores sumamente rentables. Dado que las decisiones de inversión ponen en juego expectativas sobre ganancias y riesgo futuro, puede suponerse que la merma de la actividad económica producto del confinamiento, terminará por inhibir las que estaban en duda. Lo que se ahorró para invertir o por motivo precaución, pasará a desahorrarse para gastar. Primera implicancia: la creación de nuevos puestos de trabajo, se ha pospuesto y reducido. Los sectores de la población que se encontraban desempleados o empleados en el sector informal y buscando formalizarse, verán prolongar su situación. ¿A quiénes afecta? Este grupo tiene un fuerte componente de jóvenes y jóvenes adultos, de baja calificación. Y las condiciones empeoran cuando se controla por género. Resta preguntarse por lo que ya estaba funcionando. ¿Qué venía ocurriendo? En 2018 se registró una fuerte profundización de las brechas salariales por nivel de estudios. Según el modelo que se estime, en el 2° trimestre 2018 los diferenciales de salarios para personas con estudios universitarios completos, se amplió entre 32% a 39% interanual en relación a personas con estudios terciarios, y entre 23% a 28% en relación a personas con estudios universitarios incompletos. Sin reversión...
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